domingo, 2 de enero de 2011

La primera impresión

Entiendo a quien ama la India tanto como entiendo a quien la odia. Entiendo a quienes viajan periódicamente, haciendo de las visitas a este lugar un acontecimiento especial y regular, porque descubrieron en MotherIndia un lugar diferente en el mundo, atractivo, vibrante, único... También entiendo a quienes no quisieron salir del hotel, se volvieron a los pocos días o se sintieron espantados o decepcionados. De cierta forma, en este poco tiempo, tuve todas y cada una de estas sensaciones.

India no te deja indiferente. Te golpea, te despierta de un sopapazo, feroz, terminante. Llegaste, no estás en casa (o sí...).

Es mucho mas que una diferencia cultural o religiosa, es una manera distinta de ser en el mundo, de estar, de vivir. La vida pasa hacia afuera, por lo que la primera impresión es la del caos en el que, simultáneamente, conviven quienes descansan, quienes estan apurados, los que se bañan, los locos, los enfermos, los moribundos, los vendedores, los chiquitos, los empresarios, los taxistas desquiciados, los turistas, los animales (los nuevos: cabras, vacas, monos, ardillas, camellos... y los de siempre: gatos, palomas, perros, ratas, etc.). Para mí, cada lugar y cada momento, tienen su gente. Así, los chiquitos, al colegio. Los empresarios, a la empresa. Los locos al loquero y los animales al zoologico. En la India, todo pasa en el mismo lugar, al mismo tiempo. Alrededor nuestro, ahora.Y este aparente caos engaña, porque ellos encuentran un orden, ven armonía donde yo veo dolor, ven alegría donde yo me frustro. Hacen de este lugar, un lugar vivible y su hogar.

La primera impresión fue la del shock, la del golpe. Y redescubrí la vieja verdad de que definitivamente la filosofía nace con el asombro, con las situaciones límites y con la duda. India, al mismo tiempo, me despertó las tres. Me asombró el cariño y la paz de su gente. Me dolió, mucho, la contradicción entre la ostentación y la pobreza. Me está haciendo cuestionarme, preguntarme, repreguntarme y pensar. Ante esto, siempre sobreviene de forma inevitable el silencio. Por eso me tomé unos dias para escribir. Incluso siento que me apuré al ensayar estas poquitas líneas, que intentan poner en palabras un universo de sentimientos, imágenes, recuerdos, gritos, bocinazos, personas y momentos.

India es familia, es comunidad, es fraternidad, es encuentro. Es amor y es odio, es alegría por el otro pero indiferencia por el que sufre, es comunidad y fraternidad tanto como es sentimiento de hermandad en las diferencias, pero abandono de algunos. Es definitivamente un sinónimo de contradicción. Y como toda contradicción, hay a quienes les causa rechazo, hay a quienes les duele, hay a quienes les atrae el misterio y hay a quienes enamora. Quiene viene, vive con intensidad, siente con el alma y, de nuevo, es imposible que quede indiferente.

Llegaste hace una semana Santiago, una semana... Todavía quedan seis, para seguir pensando, viendo, creciendo, sufriendo (¿por qué no? si muchas veces así se crece), disfrutando, sonriendo, conociendo y, de forma intensísima, resumiendo todo, viviendo.

1 comentario:

  1. QUE CONJUNTO DE SENSACIONES Y SENTIMIENTOS DIFÍCILES DE DECANTAR. ME IMAGINO QUE CUANDO ESTÁN POR LOGRARLO UNA NUEVA VIVENCIA O UN NUEVO HECHO, DEBE DAR UNA SACUDIDA AL ALMA Y OTRA VEZ TODOS LOS SENTIMIENTOS A FLOTAR.
    CREO QUE TERMINARÁN DE DECANTAR UN TIEMPO DESPUÉS DE QUE VUELVAN.
    TU RELATO Y TUS REFLEXIONES NOS HACEN VIAJAR CON UDS, LOS SENTIMOS MUY CERCA.
    SABEMOS DE LA NO FACILIDAD DE MEDIOS Y DE LA POCA DISPOSICIÓN DE TIEMPO COMO PARA ESCRIBIR TRANQUILOS PERO ESPERAMOS CON ANSIAS PRÓXIMAS ENTREGAS.
    SE PALAPA LA EMOCIÓN Y LA PERPLEJIDAD DE LOS AFECTOS Y SENTIMIENTOS, QUE GANAS DE ESTAR AHÍ
    UN BESO ENORME
    GS

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